Elaboración de la carne de ciervo y jabalí en Vencaza.

Selección

La empresa Vencaza se desplaza al lugar donde son abatidos los ciervos y jabalís, el mismo día de la celebración de la montería. Son desvisceradas y tratadas sanitariamente por el veterinario asignado a la montería. Una vez pasado el control sanitario, son retirados del lugar de la montería, en nuestros camiones frigoríficos a nuestra sala de despiece. Una vez allí, pasan a nuestras cámaras frigoríficas, donde son almacenados a una temperatura de 0º, para el día siguiente ser inspeccionados por el veterinario titular de la sala. Cuando la carne esta suficientemente almacenada se produce su desuelle, donde se le quita la piel al animal, para ello se utiliza una maquina que se encarga de tirar de su piel mediante unos rodillos sin que la carne sufra el más mínimo corte o deformación.
Una vez finalizado (sin piel ni impurezas) se le pasa a la sala de despiece, donde el animal es despiezado en sus respectivas partes y deshuesadas o no al gusto del cliente.

Envasado

Cuando ya ha pasado el proceso de despiece, los animales (ya en partes) se les pasa a la sala de envasado donde se introducen en bolsas de vacío fabricadas con politireno y poliamida homologadas. Una vez en sus respectivas bolsas se cierran al vacío, para que la carne no pierda sus propiedades. Cerradas las bolsas se produce su etiquetado, con el nombre del producto en varios idiomas y su respectiva fecha de envasado y caducidad. Etiquetado el producto es congelado en un túnel a 40º bajo cero, donde la carne queda perfectamente congelada, dándole al producto una caducidad de 912 días. La carne también puede ir en fresco, puesto que también trabajamos este sector.

Empaquetado

Finalmente, el producto congelado, es envasado en su respectiva caja, y depositado en palets Europeos para la facilitación de su transporte. Cuando se completa el palet se pasa la carne de ciervo y jabalí a una cámara de congelación, donde el producto mantiene su congelación a una temperatura de 18º bajo cero. Aquí se da por finalizado nuestra manipulación del producto, ya solo queda cargarlo en camiones frigoríficos y llevarlo a sus casas, con las mejores condiciones sanitarias y todo el sabor de los montes en los que se cría.